Pablo Lavezzo, head coach de la selección boliviana de rugby, dialogó acerca del presente del deporte de la guinda en Bolivia y del trabajo planificado a futuro.
La selección boliviana de rugby estuvo presente en San Salvador de Jujuy el pasado 2 de julio para disputar un amistoso frente a Gimnasia RC por la Copa Integración. Más allá del resultado, que fue adverso, se trata de un combinado con muy poco rodaje deportivo. Dos datos son llamativos y dan cuenta de esta realidad: la Federación Boliviana de Rugby fue fundada en 2009 y el único partido contra un seleccionado fue en 2019.
Sí, una selección muy nueva en Sudamérica, en donde históricamente marcaron la supremacía la Argentina con Los Pumas o Los Teros de Uruguay. Más atrás, en
cuanto a nivel deportivo, se ubican Chile (Los Cóndores), Brasil (Los Tupís) y Paraguay (Los
Yacarés).
“El seleccionado boliviano de mayores de XV empezó a trabajar en el 2019.
En ese año hemos tenido un programa de
reuniones, un microciclo mensual. El microciclo es un fin de semana completo,
estamos encerrados en un lugar con los jugadores seleccionados, se le hace un
trabajo de evaluación física y un plan
de juego, organización, enseñanza, destrezas”, explicó el head coach Pablo
Lavezzo, cordobés de nacimiento, pero asentado en Bolivia desde hace veinte
años. Transcurso de tiempo en el que ha sido uno de los fundadores de clubes de
rugby e impulsor de este deporte en el vecino país.
En ese 2019 previo al primer y único partido frente a un seleccionado en la
modalidad de quince jugadores, Bolivia enfrentó a la selección de Desarrollo de
la Unión de Rugby de Salta (URS) en las ciudades de Yacuiba -en la ida- y Orán.
Luego, Asunción (Paraguay) sería testigo del debut: “teníamos pactado jugar con
Desarrollo de Paraguay, pero nos pusieron toda la carne al asador. Jugamos
contra el equipo que estaba postulándose para ser el SLAR [NdeR: Superliga Americana de Rugby, torneo de rugby profesional de Sudamérica]. Obviamente nos
pasaron por encima”, recordó Lavezzo. Un encuentro disputado el 20 de
septiembre de 2019 que terminó 109 a 0 para los “Yacarés” paraguayos sobre “Los
Colorados”, el apodo de la selección boliviana de rugby gracias al color de su
camiseta.
Sin embargo, es en el rugby seven -la modalidad de siete jugadores por
equipo- en donde Bolivia debutó primero y tiene algo más de experiencia. El seleccionado
de seven participó de los Juegos Deportivos Sudamericanos disputados en Bolivia
en 2018 en la sede de Colcapirhua para los equipos femenino y masculino. Allí fueron
todas derrotas para “Los Colorados” frente a Argentina, Chile, Brasil y
Uruguay, entre otros combinados nacionales.
Lo que parecía ser el comienzo para desarrollar el rugby boliviano a nivel
selecciones, la pandemia de Covid-19 lo frenó. Además, también se vio afectada
la actividad en los clubes. “En el año 2019 nosotros teníamos federados a más
de 650 jugadores a nivel país, porque había más clubes y más distribuidos a
nivel país. Pero, este año tenemos una reducción de más del 50% de jugadores,
específicamente por la pandemia, el aislamiento”, detalló Lavezzo, con respecto
a la merma de la actividad rugbystica en Bolivia.
Si bien queda mucha tarea por hacer para lograr desarrollar aún más a los
seleccionados bolivianos, el trabajo está planificado para alcanzar resultados
a mediano y largo plazo. El head coach Pablo Lavezzo lo explicó de la siguiente
manera: “nosotros hemos retomado a finales del año pasado una organización de
trabajo donde, hasta este momento, sólo ha tenido tres microciclos donde nos
hemos juntado los posibles jugadores del preseleccionado. A nosotros nos falta
mucho trabajo, esa es la verdad. El trabajo, llámese seleccionado, no es sólo
hacer plan de juego, sino transmitirles cómo mejorar sus propias destrezas y, a
su vez, que se transmita hacia abajo en los distintos clubes. La federación
boliviana está intentando que los jugadores seleccionados sean los, llamémosle,
los punta de lanza en los clubes para el crecimiento de las destrezas. Eso va a
ser un camino largo”.
Es un proceso que va a llevar sus años para ver resultados positivos. Brasil es un ejemplo de crecimiento en los últimos años de la mano de entrenadores argentinos, pero con una organización más antigua. O quizás lo necesario sea un roce internacional más seguido, como en el caso Paraguay que participaba en los torneos Cross Borders junto a seleccionados de uniones provinciales argentinas: URNE (Unión de Rugby del Nordeste - Chaco y Corrientes), Formosa y Misiones. La posibilidad de enfrentar a rivales de Salta y Jujuy para medir fuerzas es una realidad. Además, los trabajos que se realicen en los clubes bolivianos y en los microciclos de la selección nacional irán sumando en el crecimiento que se busca a futuro.
Comentarios
Publicar un comentario